Desde hace tiempo busco recursos en la Red para estimular la creatividad y ganas de aprender innatas de los niños y niñas. Son pequeños primates, imitadores, curiosos, listos e ingeniosos como nadie. Y para ayudarles a desarrollar estas capacidades, les traigo un programa que tiene mucho de ingenio, creatividad e imaginación. Atentos:
El LOGO, del griego logos (palabra), es un lenguaje de programación desarrollado durante los años 70 en USA. Pretendía ser un entorno sencillo para enseñar conceptos básicos de matemáticas y computación. Se adoptó la imagen de una tortuga para mostrar el efecto de cada sentencia ejecutada en el programa. En pocas palabras, la tortuga se movía según el camino dictado. La primera tortuga robótica nació en el MIT (como casi todo lo geek de este mundo).
El trasto constaba de un pequeño robot protegido por una semiesfera de cristal. Como un coche de juguete, era capaz de avanzar y girar gracias a sus ruedas motorizadas. Equipado con un rotulador, dejaba tras de sí un trazo mientras ejecutaba las instrucciones que se le pasaban desde el ordenador. Para la época, observar a semejante artefacto (que parece primo de R2-D2) dibujando en el suelo debía sonar poco menos que a magia…
Para cualquiera dedicado a la informática, el Logo es un mito, y quien más quien menos ha enredado alguna vez con él. Me pareció muy didáctico y divertido, así que me puse a bucear por la Red. Buscando buscando, llegué a la web de Wilfried Elmenreich y encontré esta pequeña maravilla:
Una versión completamente funcional de LOGO cargada directamente en tu navegador. Ideal para rememorar viejos tiempos. En poco tiempo ya había encontrado varias iniciativas similares a este proyecto, como este otro, y este otro más.
Todos son impresionantes ejemplos de LOGO, pero a unos clics de distancia me esperaba el proyecto One Laptop Per Child, del que ya les hablé en el anterior articulo y con el que seguía jugueteando. Cual fue mi sorpresa cuando probé Turtle Art, una verdadera maravilla en la que los comandos que se le pasan a la tortuga son pequeñas piezas de puzzle que encajan entre si. Completado el puzzle-programa, nuestra tortuga se moverá por toda la pantalla según nuestras indicaciones. Los usuarios de Linux pueden instalarlo fácilmente entrando este comando «sudo apt-get install sugar-turtleart-activity» desde la consola. Para la inmensa mayoría, usuaria de Windows, podemos seguir esta receta que solo son unos poquitos pasos más: Descargamos la imágen ISO del sistema operativo Sugar (32 bits o 64 bits, ante la duda, 32 bits). Descargamos también el programa Unetbootin, para trasladar la imágen de Sugar a una memoria USB y hacerla autoarrancable. Al ejecutar Unetbootin, elegimos la opción de cargar una ISO desde archivo, le damos la ruta para encontrar a Sugar y elegimos la letra de la memoria USB (al menos 1GB) que vayamos a utilizar. Les recomiendo que la memoria esté previamente borrada. En todo caso, que no contenga información vital que pueda perderse por accidente. Al terminar el proceso, podemos reiniciar el equipo (para probar la memoria enseguida) o cerrar el programa. Ya solo tienen que partir de un ordenador apagado, meter la memoria que acabamos de preparar y al arrancar la máquina, elegir iniciar desde memoria USB. En un par de minutos tendrán el entorno Sugar funcionando sin modificar en modo alguno su equipo, en modo live que dicen los del gremio. Del anillo de aplicaciones (todas muy recomendables para los peques) elijan la tortuga. Ya pueden jugar…
No podía faltar la guía del estudiante, y un tutorial de programación con la que rápidamente podrán hacer dibujos muy sencillos. Cuando ya se sientan cómodos y a gusto con la tortuga, se pueden meter en aguas más profundas con estas actividades.
Probablemente, para 5 ó 6 años, ponerles de entrada a pilotar una tortuga les puede resultar un tanto extraño. Por eso se suelen preparar algunos juegos de presentación y toma de contacto. Básicamente consiste en que, por turnos, un participante de la actividad asume el rol del programador y el otro el de la tortuga. En cada juego, el programador debe indicar a la tortuga como llegar a la meta prefijada. Como comandos pueden usarse las palabras adelante, atrás, izquierda y derecha, y los pasos que deben darse en cada dirección. Según avance la actividad, se puede prohibir que la tortuga se mueva de modo lateral, siendo los comandos izquierda y derecha los que la hagan girar. Se puede pedir que la tortuga tenga los ojos cerrados, añadiendo una componente de confianza en el compañero… Las variantes son muchas y la diversión asegurada. Parece una tontería, pero es un juego de lo más entretenido y educativo. Este entorno puede darles infinitas posibilidades de juego, a la par que estimulará su memoria lógica, sus conceptos de matemáticas, geometría… y lo mejor de todo, divirtiéndose. Inviertan tiempo en plantearles pequeños retos, en jugar mano a mano diseñando el puzzle que hará a su tortuga danzar por la pantalla. No se arrepentirán.
Este Turtle Art es muy divertido, tanto para pequeños como para mayores, pero si quieren alguna versión de LOGO más «profesional», les puedo recomendar MSWLogo. En la red hay multitud de guías y manuales, pero quizás las que más me han llamado la atención han sido la web de Daniel Ajoy, impresionante colección de recursos sobre Logo y la estupenda guía del profesor Luis González.
Saludos.
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